Ruta de los molinos del ríu Profundu. Asturies

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Ríu Profundu. Villaviciosa, Asturies. Foto Céltica

Creo que es la primera vez que escribo sobre una ruta en Céltica, al menos directamente. Lo he hecho en ocasiones anteriores, por ejemplo cuando os hablé de la ruta de los Corsarios en el entorno del faro de Ploumenec’h en Bretaña, o la de la senda de Douarnenez de la que hicimos un tramo, que también recorrimos en parte, pero no eran el motivo central del post.

En los últimos años estamos asistiendo a la proliferación de creación de rutas que ponen en valor tanto los recursos naturales como etnográficos del lugar donde transcurren. Es el caso de la de los molinos del ríu Profundu, en Villaviciosa.

Se trata de un recorrido de unos 14 km en total (ida y vuelta) de dificultad baja que se puede hacer con niños que ya hayan salido de ruta alguna vez. Cuando buscamos información sobre ella leímos opiniones de gente que decía que no era apta para niños. Os aseguro que sí lo es, al menos a partir de una determinada edad. Yo no llevaría a un pequeñín de cuatro años, pero más que por la dificultad del terreno, por los kilómetros. Sin embargo siempre está la opción de no hacerla completa. Cada padre conoce mejor que nadie las capacidades de sus hijos.

Os recomiendo calzado de monte (botas preferiblemente, si ha llovido hace poco) y agua. Discurre al lado del cauce del río y bajo los árboles asi que el sol no molesta (yo la hice en primavera a pleno sol).

Los molinos
En la Asturias tradicional el molino jugaba un papel fundamental. En una tierra de numerosos ríos y arroyos, la fuerza del agua se ha utilizado desde siempre. El molino, impulsado por el cauce controlado de los mismos abastecía de harina a las gentes de los alrededores, materia prima fundamental en una sociedad autoabastecida por lo que era capaz de producir.

Era frecuente que en el cauce de los ríos se establecieran varios molinos de agua, sobre todo a partir del desarrollo del cultivo del maiz desde el siglo XVII. Son los que le dan nombre a la ruta, ya que el río está salpicado de estas estructuras (la mayoría derruidos y comidos por la vegetación), pero que le dan un encanto peculiar.

Uno de ellos, el de Trabanco, tenía incluso vivienda. ¿Os imagináis viviendo en este entorno todo el año?

En total hay unos 18 molinos en el camino. Para ver algunos tienes que dejar el sendero unos pocos metros, otros se ven sin problema.

La ruta
Es un paseo bastante fácil, a pesar de que tiene un par de puntos en pendiente que pueden poner en aprietos a alguien con movilidad reducida o niños muy pequeños, pero en general se hace sin problema. En un tramo, el camino discurre por el canal de agua de uno de los molinos.

Transitando por la orilla del río, que cruzas en varias ocasiones a través de puentes de madera, te puedes ir deteniendo en multitud de lugares a descansar, hacer una foto o comer si llega la hora.

Transcurre entre Valbúcar, en la entrada de la Quinta de Vega, y el pueblo de Buslaz. En total unos 7,5 km (sólo ida), y vuelves por el mismo camino.

La mitología
A lo largo de la ruta puedes encontrarte con personajes que parecen salidos de la espesura del bosque. Xanas y busgosos y otros seres cubiertos de musgo y barbas de lana de ovejas, cuernos de cabra y ciervos, etc… Le dan un aspecto mágico al sitio, sobre todo porque se integran a la perfección en la naturaleza que los rodea, y son un acierto para hacer la ruta más entretenida a los más pequeños, y una disculpa para hacer una foto.

Una curiosidad es que a unos pocos kilómetros de esta ruta está la aldea de Cermuño, cuya toponimia se ha relacionado con el dios celta Cernunnos.

 

Página oficial
El Ayuntamiento de Villaviciosa tiene información online sobre la ruta y cómo llegar. Os dejo este enlace.

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