Tiempo de lectura:2minutosInteresante la noticia que leiamos esta mañana en la prensa en relación a un alimento que tiene su especial interés en el estudio de la dieta castreña. La bellota.
Joaquina Rodríguez pertenece al prestigioso club de las Guisanderas de Asturias. Para los que no conozcais es como un consejo de sabias, que atesora la memoria de la gastronomía tradicional de nuestra tierra.
La Chef de Casa Chema dice que “la idea de incorporar la bellota surgió tras descubrir que fue el sustento principal en la era prerromana en Asturias, donde las excavaciones arqueológicas de los castros, poblados fortificados celtas, revelan que este fruto fue un alimento básico”
Y es que las fuentes clásicas, básicamente Estrabón, aunque también Plinio, decían que los pueblos del norte de Hispania vivía dos tercios del año de la bellota.
Los montañeses se nutren durante dos tercios del año de bellotas: las secan, trituran y mueles, haciendo un pan que puede conservarse largo tiempo. Beben cerveza. El vino escasea y cuando lo logran pronto lo consumen en banquetes familiares. En lugar de aceite emplean manteca. Hacen sus banquetes en bancos de piedra adosados a las paredes. Ocupan lugar preferente los mayores en edad o dignidad.
Estrabón, “Geografia” 3,3, 7-8
El club de las guisanderas empezó en 1997 y definen muy bien su tarea en estas líneas:
“Guardianas de las recetas tradicionales, las guisanderas eran mucho más que cocineras, conocían los secretos de cada alimento, los productos y las hierbas que sanaban y sentaban mejor, dependiendo de las necesidades de cada comensal.
Algunas tenían su propia casa de comidas, otras eran itinerantes, pero todas se ocupaban de transmitir su sabiduría a la siguiente generación.”
La asociación está compuesta por 40 mujeres que están al frente de los restaurantes más prestigiosos de Asturies, porque aquí, siguen siendo las madres y abuelas las que mandan en la cocina, y además es que lo hacen de forma magistral.